«No llores por lo que perdiste, lucha por lo que te queda.
No llores por lo que ha muerto, lucha por lo que ha nacido en ti.
No llores por quien se ha marchado, lucha por quien está contigo.
No llores por quien te odia, lucha por quien te quiere.
No llores por tu pasado, lucha por tu presente. No llores por tu sufrimiento, lucha por tu felicidad.
Con las cosas que a uno le suceden vamos aprendiendo que nada es imposible de solucionar, solo sigue adelante»
«Déjate acariciar por esa ternura de un Dios que te quiere, por un Dios hecho ternura. Animate a hacerte ternura de Dios para toda situación difícil, para todo problema humano, para quién tienes cerca, para quién se relaciona contigo y que esa ternura te acompañe a lo largo de la vida, en los momentos de alegría, de tristeza, de cruz, de trabajo, de conflicto y de lucha». Franciscus