Llevaron el arca de la alianza al Santísimo, y la nube llenó el templo

Llevaron el arca de la alianza al Santísimo, y la nube llenó el templo

Lo más característico del reinado de Salomón es que construyó el Templo de Jerusalén, el que David había querido edificar pero que las circunstancias, y la voz del profeta, aconsejaron dejar para más tarde. Este Templo, inaugurado unos mil años antes de Cristo, recordemos que fue destruido por Nabucodonosor cuatrocientos años más tarde y luego reconstruido varias veces. En tiempos de Jesús estaba en su esplendor. Muy pronto, el año 66 después de Cristo, los ejércitos de Tito lo destruyeron de nuevo. Ahora en su lugar hay una gran mezquita musulmana. Queda el muro… los judíos, que ligan su religión al Templo, lo llaman “de las lamentaciones”…

 Desde que el Verbo se hizo hombre y puso su tienda de campaña en medio de las nuestras Dios vino a vivir entre nosotros. Ya no es la nube, que lo representa, sino Él mismo en medio de los suyos. Ojalá lo recibamos, pues su Reino debe estar no de un modo externo, ni siquiera de un modo cercano, sino dentro de nosotros mismos.

Llucia Pou Sabaté


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