
Lo que nos limita…
Una vez, un niño vio frente a un circo a un enorme elefante 🐘 atado a una pequeña silla 🪑. Sorprendido, le preguntó a su padre:
—Papá, ¿por qué el elefante no se escapa? Tiene tanta fuerza… podría hacerlo fácilmente.
El padre, con una sonrisa sabia, le respondió:
—Ese elefante no escapa porque cree que no puede.
Cuando era pequeño, fue atado a una simple estaca. Intentó liberarse una y otra vez, pero sus fuerzas eran insuficientes. Después de muchos intentos fallidos, un día se rindió. En ese momento nació dentro de él una creencia que lo acompañaría toda la vida: “No puedo”.
Hoy, ya adulto, ese mismo elefante podría arrancar sin esfuerzo la silla que lo retiene. Pero no lo hace, porque su mente sigue encadenada a aquella estaca del pasado.
Tiene una fuerza inmensa, pero no lo sabe.
Tiene un potencial enorme, pero no lo cree.
Y aquí es donde te pregunto:
👉 ¿Cuántas veces te ha pasado lo mismo?
👉 ¿Cuáles son tus estacas invisibles?
👉 ¿Qué historias te has contado que te impiden avanzar?
A veces no son los obstáculos externos los que nos frenan, sino las creencias limitantes que arrastramos desde hace años. Frases aprendidas, fracasos antiguos, miedos heredados, experiencias que se convirtieron en verdades incuestionables.
Pero la buena noticia es que esas estacas no son reales.
Podemos cuestionarlas.
Podemos probar nuestra fuerza.
Podemos cambiar la historia.
Detente un momento. Apaga el ruido. Mírate con honestidad.
Pregúntate qué cosas crees imposibles… y atrévete a intentarlas de nuevo.
Porque mereces una vida memorable, mereces bienestar cada día, mereces levantarte con una sonrisa 😃 y contagiar al mundo 🌍 con tu luz.
Recuerda:
No hay cadena más fuerte que la que uno mismo se impone.
Y no hay libertad más grande que la de quien se atreve a creer de nuevo