La trampa de la paz: cuando lo que más deseamos se vuelve insípido
La paradoja de sabotear nuestra propia estabilidad en busca de emociones que, irónicamente, podrían destruirla. ¡Qué lástima me da a veces contemplar cómo hay personas que no valoran lo que tienen! Les aburre su propia paz, esa tan anhelada por otros. Se hastían de tener cosas buenas, personas buenas a su lado que los aman…