La causa de todo

¿Qué provoca realmente la depresión y cómo evitar que vuelva?
El capítulo 10 del libro Sentirse bien, de David D. Burns, se titula con contundencia: “La causa de todo”. Y no es un título casual. Según el enfoque cognitivo que atraviesa toda la obra, aquí se revela la raíz del sufrimiento emocional disfuncional, más allá de los síntomas o de las situaciones dolorosas que lo puedan detonar.
🌤️ La ilusión del “estoy bien, ya pasó”
Cuando una persona supera una depresión, a menudo experimenta una sensación intensa de claridad, autoestima recuperada y alivio. Algunos pacientes incluso dicen sentirse “mejor que nunca”. Esta fase es tan eufórica que puede llevarlos a pensar que ya están curados y que la depresión “no volverá jamás”.
Pero Burns advierte: a pesar de esta mejoría, puede quedar un “residuo invisible”. Este residuo es un sistema de pensamiento no corregido del todo, una base vulnerable que puede predisponer a recaídas si no se trabaja de forma consciente y continua.
🧠 La causa de todo: no lo que te pasa, sino cómo lo piensas
El punto clave del capítulo —y del libro entero— es que la verdadera causa del sufrimiento emocional no está en los hechos, sino en cómo los interpretamos. Esta interpretación está mediada por distorsiones cognitivas: pensamientos automáticos, erróneos y rígidos que nos hacen percibir la realidad de forma exageradamente negativa.
Las distorsiones más comunes incluyen:
Distorsión | Qué significa |
---|---|
Conclusiones apresuradas | Sacar juicios sin pruebas: “Seguro piensan mal de mí”. |
Magnificación/minimización | Exagerar fallos, minimizar logros: “Todo me sale mal”. |
Razonamiento emocional | Creer que lo que uno siente es la realidad: “Me siento inútil”. |
“Deberías” rígidos | Autoexigencia moral: “Debería ser más fuerte”. |
Etiquetación | Definirse con insultos: “Soy un desastre”. |
Personalización | Culparse por cosas que no dependen de uno: “Todo es mi culpa”. |
Estos pensamientos no solo son falsos o exagerados: son tóxicos. Alimentan emociones como la tristeza, la desesperanza, la culpa, la rabia o la ansiedad. Y, con el tiempo, pueden reinstalar un estado depresivo sin que uno entienda por qué ha vuelto.
🧪 Ejemplo visual
Burns compara el cambio al salir de la depresión con la nieve que se derrite en primavera: los pensamientos negativos desaparecen tan naturalmente que uno se pregunta cómo pudo creerlos antes. Pero si uno no vigila el terreno, el invierno puede volver.
🔁 Romper el ciclo: de “sentirse mejor” a “estar mejor”
- Sentirse mejor es un alivio, pero puede ser transitorio.
- Estar mejor implica haber entendido por qué uno cayó, cómo piensa y qué hacer para prevenir recaídas.
Por eso, Burns insiste en la necesidad de aprender a identificar y corregir activamente los pensamientos distorsionados, incluso cuando uno ya se siente bien.
🛠️ Recomendaciones para sostener el bienestar
- No bajar la guardia con el primer alivio.
- Seguir practicando técnicas como la doble columna (pensamiento negativo / respuesta racional).
- Darse cuenta de que las distorsiones no se eliminan “una vez y para siempre”: se aprenden a detectar.
- Recordar que lo que uno piensa no siempre es lo que es.
✅ Conclusión
“La causa de todo no está en lo que vivimos, sino en cómo lo pensamos.”
El dolor es inevitable. Pero la depresión no. Si aprendemos a reconocer nuestras trampas mentales, podemos vivir con más verdad, más libertad y menos sufrimiento.